Más ausente que nunca
Tu voz, tus manos
el susurro de tus ratos cálidos
tus pasos inaudibles
los recuerdos tocados
el cuerpo echo uno,
el latido muerto
los sueños, y tu rechazo a ellos
Envuélvelo, hazlo uno contigo
alza tu voz, que se escuchen tus pasos
hagámonos dos
que el silencio pesa, ya no es necesario
nuestro escondite humea
y recupera el latido, tu ego
incluso los sueños
y camina, trotamundo
que hoy te quiero, más ausente que nunca.
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